Justo a la Derecha
Justo a la Derecha
Hay familias que se rigen por la voluntad de los niños, que pueden ser llamados "post-modernos tiranos". Desafortunadamente, la mayoría de los padres y abuelos de hoy en día hace la voluntad de esa generación que no conoce límites. Pero esta actitud de buena voluntad se opone diametralmente consentido la severidad con la que los padres tienen en el pasado trató a los niños. Ambos extremos deben ser desechados
Hay familias que se rigen por la voluntad de los niños, que pueden ser llamados "post-modernos tiranos". Desafortunadamente, la mayoría de los padres y abuelos de hoy en día hace la voluntad de esa generación que no conoce límites. Pero esta actitud de buena voluntad se opone diametralmente consentido la severidad con la que los padres tienen en el pasado trató a los niños. Ambos extremos deben ser desechadosEn su libro Límite Medida Disciplina One (Integrare Editorial: Vancouver, BC, 2006), p. 69, psiquiatra y profesor ICAMI Tiba menciona cuatro generaciones de niños, tomando como punto de partida el momento en que "los padres patriarcas autoritario adestravam más educados." Dijo que el padre era "una figura distante, amenazante y punitivo". Una mirada fue suficiente para que el niño entienda el mensaje.
Este modelo se ha levantado una generación de rebeldes, entre ellos, los hippies, que no se repitan los "patriarcas de esquema educativo de sus padres y callar" ante sus hijos, que con el tiempo se convirtieron en 'suelto' porque no había límites "( ibid, p. 70a). La generación de los "vagos" es la nieta del gran patriarca, es decir, "son los jóvenes adultos de hoy que no pueden imponer límites a sus hijos porque no los tengo" (p. 71).
Los hijos de los "vagos" casi no tienen contacto con los padres, que pasan la mayor parte de su tiempo fuera de casa. Esta generación, cuando no está en la escuela, quedarse en casa recibiendo "atención tercerizados", pero sin guía ni dirección. En tales circunstancias, los niños consiguen todo lo que quieren, extorsionando a los padres "con la agresión y chantaje emocional, berrinches y rabietas, gritos y lágrimas, a dominar" (ibid.) Y la cosa va más lejos: la tiranía de la pila de hoy llegó a la escuela, cuyo cuerpo docente y el personal busca a actuar con cautela para evitar la fricción con la tiranía de los hijos revoltosos.
Sin embargo, usted como padre de familia no tiene por qué entrar en esta onda. La educación de los niños puede y debe guiarse por principios. Sus iniciativas deben seguir los parámetros equilibrados, evitando el autoritarismo que genera hijos resentidos y actitud benevolente que abre el camino a los caprichos fuera de orden.
El educador cristiano Ellen G. White recomienda: "Cada hogar cristiano debería tener riegos, y los padres deben, en sus palabras y comportamiento hacia los demás, dar a sus hijos una vida de ejemplo precioso de lo que ellos quieren que sean" (El Hogar Cristiano, pág. 305). El mismo autor advierte: "Cuando los padres no requieren obediencia inmediata e hijos perfectos, dejar de poner las bases adecuadas de carácter en sus pequeños. Preparar a los niños para deshonrar cuando sean mayores, y sembrara dolor en su corazón cuando se acercaban a la tumba "(Conducción del Niño, pág. 86).
Sigue el camino del equilibrio. Vale la pena invertir en la educación basada en el respeto, el orden y la obediencia. Todo ello con el sello del ejemplo de los padres. Muy bien, Séneca dijo: "Hay un largo camino de los preceptos, los ejemplos de corto y es más seguro."